lunes, 24 de marzo de 2014

¿Qué habilidades debe tener un agente inmobiliario?


Para ser un buen agente inmobiliario en las redes sociales, se requieren de una serie de habilidades como integridad, esfuerzo, respeto, responsabilidad, cooperación, confianza, prudencia, empatía o sentido común entre otras y que te harán ser un auténtico líder en el sector. Las analizamos detalladamente:
Integridad, se tú mismo y no actúes como si de una película se tratara. Haz que tu participación online sea igual que la de tu personalidad auténtica. No vendas lo que haces, comparte quien eres y tus experiencias del día. Y pon en tu avatar una foto tuya, no un logotipo de la inmobiliaria. Las personas conectan con personas, no con referencias o propiedades.
Escucha activa. Es importante compartir tus intereses, pero lo es más prestar atención a los intereses de los demás. Conocer lo que a tu red de contactos le apasiona te ayuda a hacerles mejores preguntas, conseguir mejores recursos y convertirte en un mejor asesor.
Esfuerzo, crea valor y comparte conocimiento, identifica tu experiencia y especialidad para compartir recursos que pueden ser de ayuda a tu red de contactos. Para obtener información que complete tu conocimiento, busca en herramientas de marcadores sociales como Delicious o Digg donde otras personas comparten artículos seleccionados. Busca y comparte de forma regular y frecuente, sin miedo a proporcionar tu visión e ideas.
Respeto, primero tienes que mostrarlo antes de recibirlo. Muestra respeto por el trabajo de los demás, incluso por tu competencia. Esfuérzate por demostrar a tus nuevos contactos en Facebook o Linkedin que realmente te interesa estar conectado a ellos. No mandes el mismo mensaje a todo el mundo ni intentes vender con una frase. Social Media NO es una herramienta de ventas como la puerta fría, se trata de un tema de respeto mutuo.
–  Consideración, cuida a tus contactos, colegas y clientes por igual. Proporciona enlaces y menciones sin pedir que te retuiteen o que te pongan "me gusta". Conecta y ser amistoso con clientes y gerentes de negocios de tu entorno. Anímate a participar en grupos de interés local, ofrécete voluntario para una causa en tu zona de influencia. Demuestra lo que te importa tu entorno, tus vecinos, la gente de tu alrededor. Recuerda que real estate es local.
Responsabilidad, piensa antes de actuar y se responsable de los actos en el medio social. Si escribes un artículo o compartes un recurso creado por otra persona, asegúrate de añadir la fuente y enlazar al artículo original. Si cometes un error, pide disculpas públicas a esa persona. Y si recibes un comentario negativo, intenta tomarlo como una crítica constructiva.
Cooperación, es una buena forma de conseguir tus objetivos de forma más rápida, colabora con otros agentes inmobiliarios de tu zona. Aprovecha la fortaleza de los demás y ofrece tus recursos en beneficio de todos. Organiza una reunión, añade contenido a una web o blog común, participa en una página en Facebook, organiza un Tweetup, añade contenido a un periódico o revista o guía para clientes, etc.
Confianza, si haces una promesa, cúmplela, también en Internet. No traiciones la confianza de nadie, es la manera más rápida de perder seguidores o amigos virtuales. Proporciona expectativas reales de los servicios inmobiliarios que realmente ofreces. No te los inventes. Es la forma de llegar a ser un asesor de confianza.
Coraje, anímate a hacer algo nuevo y diferente. ¿Por qué no te atreves con el vídeo? Pruébalo al menos, ahora existen redes sociales orientadas al video.
Diligencia, crea un plan de marketing para tu negocio inmobiliario y ponlo en marcha. Márcate una tarea diaria para actualizar tus perfiles en redes sociales y para leer artículos. ¡Se constante!
- Paciencia, como la capacidad de soportar contratiempos y dificultades. Es probable que tengamos numerosos mensajes de contenido negativo, en contra de nuestros intereses o simplemente mensajes repetitivos. Es importante tener calma y responder con la cabeza fría, no "entrar al trapo" y ofrecer respuestas razonadas y razonables, sustentadas en hechos y no en sentimientos.
- Fortaleza, es decir, actuar con firmeza en las dificultades y con constancia en la búsqueda del objetivo. Una de las grandes barreras en el uso de las redes sociales es el temor que supone lanzar mensajes de forma pública, que puedan identificar y etiquetar a su emisor.
- Justicia, tratar a todas las personas con equidad; llevado al extremo sería equivalente a intentar otorgar la misma información y capacidad de respuesta a clientes y a la competencia. Piensa que una persona de la competencia puede convertirse en un colaborador.
- Prudencia, o actuar de manera adecuada y con cautela. En tu comunicación con otras personas, trata de utilizar un lenguaje claro, sin dobles lecturas, para evitar interpretaciones en sentido contrario al que querías. Cuidado con el uso del sarcasmo y la ironía; sacados de contexto, los mensajes pueden ser causar molestias a quien los recibe.
- Sabiduría, como cualidad que debe aplicarse y demostrarse, en combinación de inteligencia y experiencia. Saber comunicar esa virtud es un principio básico para cimentar una buena reputación online. Aplica a cada uno de tus mensajes el conocimiento sobre tu actividad y sector, para conseguir un mejor entendimiento con tus contactos.
- Autocontrol, para gestionar tus propias emociones, comportamientos y deseos, antes de lanzar cualquier comunicado. Las respuestas en caliente suelen ser problemáticas y malinterpretadas. Además, recuerda que todo lo que se publica en internet, deja huella, por mucho que quieras eliminarla posteriormente.
- Orgullo, sin llegar a ser pretencioso ni altivo, pero si demostrar que te sientes orgullosos de ti mismo, del trabajo que realizas, de los servicios que ofreces. No ocultes los logros, las ventas que realices, los contratos que consigas. Eso facilitará que tus contactos depositen en ti su confianza. ¿Quién no quiere trabajar con el mejor?
- Humildad, relacionada con el orgullo, se basa en que por mucho que sepas, siempre habrá alguien que sepa más que tú. Reconoce que tienes mucho por aprender y agradece a tus contactos cada vez que te permitan mejorar tu conocimiento.
- Atención, estar pendiente de los demás, responder con prontitud a sus preguntas, comentarios y sugerencias. Ser atento y estar atento, ambas son cualidades necesarias. Tus contactos sabrán que estarás pendiente de ellos si desde el principio te muestras dispuesto a contestarles.
- Positivismo, como actitud de aportar mensajes alegres, positivos, que animen a tus seguidores, para continuar siéndolo.
- Empatía, ponte en el lugar de quienes vayan a recibir tus comunicaciones. Como es inviable pensar en todos a la vez, segmenta tus comunicados, personalízalos y mándaselos a grupos de personas con intereses comunes, que perciban de forma positiva el mensaje.
- Sentido común, no hace falta redactar una tesis cada vez que queramos lanzar un mensaje. Basta con utilizar la lógica y el sentimiento en la cantidad apropiada. Despójate de emociones adversas y busca siempre alcanzar tu objetivo.

Este artículo se ha tomado como referencia de la guía práctica desarrollada por César Villasante.

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